El chaval de la Ducson y la mochila

Esta deliciosa historia la vivió en primera persona José María Alguersuari (cofundador de Sólo Moto y mil cosas más). Nos sitúa en la Barcelona de principios de los 60. Tiene una bonita trama, con pique incluido, y al final aparece un personaje sorpresa conocido por todos.

Pero mejor me callo y dejo que el propio José María nos la cuente. Tomado con su autorización de su magnifico blog:

"El Guinardó, fue mi barrio. Lo describen muy bien muchas de las novelas de Joan Marsé. Algunos de sus personajes eran tan reales que ,desde luego , no hacía falta buscarlos en la ficción. Gente muy variopinta que formaba una rara amalgama de conocidos y amigos que iban entre otros desde un pintor artístico, un actor en ciernes, los chicos de un taller de motos – el Siscu y el Miguelin, y su dueño el Sr. Caballé - hasta llegar al… Pepe.

Una vez me robaron mi ciclomotor, una Ossita 49 que fue mi primera moto, y me fui directamente a buscar a aquel chico que era algo grandullón.


El Pepe era un tipo mayor que nosotros y aparecía cada tres meses con la cabeza mas pelada que un huevo. El se empeñaba en convencernos de que viajaba mucho por países tropicales y que lo de su coco era por lo de las calores. Mis amigos y yo sabíamos que las “vacaciones” las pasaba en el trullo.

Había que tenerlo más de amigo que de enemigo y aun así nos la jugaba a veces. Por eso, cuando desaparecía algo, le pedíamos si “podía investigar” sobre el paradero de tal o cual cosa porque en la mayoría de los casos, acababa apareciendo todo. No había nadie mejor que él para encontrar una bici chorizada o una caja de melocotones que había volado de la tienda de la Sra Paquita.

Cuando le pregunté, por supuesto de la manera más delicada, si podía “ intuir” el sitio donde podría encontrarse mi Ossita, colocó sus ojos en algún punto perdido del infinito y me contestó:

- Me da la cosa de que está en Tarrasa.

El Pepe en el fondo era bueno, porque me acompañó justo hasta a donde se encontraba la moto, a unos 25 kilómetros de mi casa, que es donde se le paró a él después de que le hiciera “la perla”.

Un día de principios de los 60 apareció por allí, exactamente en la antigua avenida General Sanjurjo, hoy Pi y Maragall, un chaval subido en una Ducson 49 Repris S – creo que llevaba mas trucaje que el Rossi - con una bolsa de ropa atada a su espalda.


Mis amígueles y yo lo vimos algunas veces saliendo de un portal y supimos que venia de Madrid a buscarse la vida. Exactamente a trabajar de lo que fuese en alguna fabrica de motos porque quería ser piloto de carreras. Al parecer vivía en casa de una tía suya.

Nos interesaba aquel tipo pequeñajo porque la Ducson que llevaba era sin duda la moto de 49 de serie más rápida que se había hecho nunca. Y la mas estable. Tenía mas prestaciones incluso que las Derbi que acababan de salir de la generación moderna. Las llamadas “Paleta”.

Ducson tenía la fabrica a escasos metros de la de Derbi y hasta las familias tenían relaciones de parentesco. Eran cuñados. Llegaron además a desarrollar una moto con 12 marchas y la hicieron correr algún GP internacional, entre ellos en Montjuich en el año 63 donde Cesar Gracia hizo sexto.

La de calle funcionaba con tres velocidades, unas se activaban con el puño como en las Vespas y otras con el pie, así conseguían mantener las revoluciones del motor en lo mas alto del cuentavueltas (mi amigo Pepe Isern me contaba hace unos días que había visto, cuando se quemó una vez la fabrica, como iban sacando por una ventana un montón de prototipos).

Yo, que entonces tenía 18 años y una Lambretta 150, le lancé un reto a aquel chaval. El todavía se acuerda.


En esa época yo pertenecía al Club Lambretta y participaba en algunas carreras en cuesta, aunque posteriormente mejore la potencia del motor al instalarle un cilindro y pistón de Bultaco Metralla 200 que encajaba perfectamente, junto con un escape Conti que sonaba a música celestial.

Cerca de allí en el parque Guell, en la zona más alta de Barcelona, existía una corta subida de tierra con una fortísima rampa de no mas de 60 u 80 metros. Se trataba de hacer una salida parada con un pasajero cada uno y ver quien llegaba antes arriba. Detrás de mí se subió mi compa del barrio, mi amigo Alvarito “El capitán Nemo”, y al asiento trasero de la Ducson le endosamos, con gran complicidad por nuestra parte, un conocido nuestro que era mas bien gordo.

Mis teorías sobre el par motor se me desmontaron entonces, mi contrincante llegó primero con su Ducson y además con ventaja.

Al cabo de unas semanas aquel chico desapareció de allí y no supimos más de él.

Tiempo más tarde, cuando estaba enfocando con mi cámara fotográfica al piloto que acababa de ganar con una Derbi la categoría de 50 cc del Gran Premio Carlos III (se disputaba en la Ronda de Barcelona), me di cuenta con gran sorpresa de que el vencedor era sin duda ¡el pájaro de la Ducson!

Sí, aquel chaval que vino de Madrid con la bolsa atada en la espalda y me metió una caña con su Ducson. Aquel chaval que se llamaba y se llama... Angel Nieto".



Publicado con autorización de José María Alguersuari, texto original en su blog:

http://josemariaalguersuari.blogspot.com

Bonita historia. Luego el chico de la Ducson nos dio bonitas carreras y 12 + 1 títulos.

Es una anecdota preciosa, gracias.

Estos dos llevaban la competición en la sangre. Ducson vs Lambretta. Supongo que aunque fueran en patinete también se retarian.
Esto me recuerda los grand Prix que haciamos, por aquí de chavales con un tablero, un larguero, cuatro rodamientos y un cordón.

Joe, como me gusta esta historia (lo del mangui incluido) Y mira quien resulto ser el chaval, segun dice aun lo recuerda.

Gracias por traerla Kaezet

Je, je, muy buena esta historia

Joer, me dejas de patata

Bonita historia, se me ha hecho corta. No me imaginaba el nombre del final, me ha gustado.

Saludos Rafa.

Muy bonita, esto sale en el documental que tiene Angel Nieto, creo recordar, un saludete

Me ha gustado mucho.

Gracias Kaezet, por colgarlo.

Saludos.

Muy buena! Mi tio vivia por Vallecas muy cerca de donde solía parar el amigo Ángel por aquí por Madrid ya que estaba en un taller a veces, y a veces me cuenta muchas historias graciosas que solían ocurrir por la zona, con las motos y algún que otro macarrilla.

Saludos!

Me alegra que os guste la historia, tiene su magia.

Javi Ksione, este es macarrilla, vallecano y se pasa el santo día despotricando en los talleres, a ver si va a estar metido en el fregao:

https://www.amoticos.org/asuntos-generales-f21/amoticos-macarrillas-era-otra-epoca-t710.htm

Ya lo ví! si puedo ponga la foto del Torete y del vaquilla robando una Derbi 2002 que tambien tiene su miga..

Saludos!

PD: el problema de ese vallecano que dicen que da collejas como panes..

Buenas noches Jorge, que bonita historia y que buen relato, la verdad es que creo que la voy a volver a leer, jajajajaj saludos.

Entrañable historia con un final inesperado, me encantan estos relatos

Hola Amigos Amotiqueros Hola Maestro Estoy Perdido El Tiempo se me Escapa Hace algún tiempo no puedo Dedicar un poco de Tiempo a este Foro Favorito Para Mi este Apartado no lo vi Estupendo Reportaje Esta la Ducson Repris Y También la Lambreta 150 LI que También la Tengo Gracias Kaezet
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Bonita historia Kaezet, mira por donde ese barrio de Barcelona que se describe al principio es precisamente el barrio donde nací y estuve viviendo gran parte de mi vida, de hecho hasta hace unos 7 años .
Que el Sr.Alguersuari había sido vecino del barrio ya lo había oído, pero desconocía por completo que el maestro (12+1) también hubiera vivido a su llegada a Barcelona en el mismo Barrio, la cuesta de tierra al lado del parque Guell que sale en el texto se acabo convirtiendo en una sinuosa carretera de unos 2kms donde los chavalillos del barrio probábamos las amoticos y de vez en cuando ( casi siempre) nos retábamos , solo con mirarnos , sin hablarlo como el que no quiere la cosa , haber quien subía o bajaba mas rápido.

Como apunte comentaros que el gran Salvador Cañellas también fue vecino de este barrio, también el creador y actual dueño de la empresa Speed Fiber dedicada a la fabricación de carenados y componentes para motos vivió en su juventud en el barrio.

Hola a todos.
Me ha encantado la historia y comentar que en 1960 con 7 años llegué al Guinardó, procedente del Eixample.
Fue mi barrio hasta que marché a la mili en 1978 y luego por trabajo vivo fuera, pero no he roto mi relación con el barrio, pues no en vano conservo el pisito de mis padres en plena Av. Virgen de Montserrat.
Yo tampoco tenía ni idea de los "vecinos" que corrían por el barrio en mi adolescencia, pero es cierto que los mozalbetes enredaban continuamente con sus "amoticos", generalmente trucadas.
Este hilo, me ha traído recuerdos rejuvenecedores, y os lo agradezco de verdad.
Un cordial saludo a todos.